El pasado 11 de junio comenzó la Bienal de Berlín, un evento que nació en 1998 y que busca convertirse en el gran foro del arte contemporáneo de la capital alemana a través de ejercicios abiertos a la experimentación curatorial bajo diferentes temas, a la vez que muy centrado en el diálogo entre el arte, la ciudad y sus habitantes. Alrededor de cincuenta artistas participarán en esta edición, y más que la mitad de las obras expuestas han sido creados a propósito para el evento.
El tema de este año se intuye ya en su título, What is waiting out there, a partir del cual Kathrin Rhomberg, comisaria de esta sexta edición, propone crear experiencias en torno a la idea de la realidad, en un intento por salirse del actual metalenguaje del mundo del arte hacia ese concepto del “afuera”, con connotaciones de todo tipo, siempre dependientes no sólo del subjetivo punto de vista individual, sino también del construido histórica y socialmente.
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