El Centro de Arte Contemporáneo de Málaga se une a las muestras de condolencias expresadas por el mundo artístico nacional e internacional ante el fallecimiento del artista el pasado 18 de octubre. A los pocos meses de la inauguración del CAC Málaga, Alvargonzalez dejó su huella en la ciudad ya que a las puertas del centro se instaló su escultura Sombra Azul, convertida en símbolo de la fachada del museo, que da la bienvenida a los visitantes y transeúntes.
Chema Alvargonzalez fue uno de los primeros artistas en exponer en el CAC Málaga a los pocos meses de su apertura. El 5 de junio de 2003 se inauguraba Palabras Corpóreas, instalación que estuvo abierta al público hasta el 13 de julio de ese mismo año, compuesta por un total de diez fotografías del intercambiador de Nuevos Ministerios del metro de Madrid y nueve palabras escritas en neón. Con ello ilustraba su idea de trayecto y definía la existencia del hombre moderno en las ciudades; la ciudad y la arquitectura como espacios vitales del hombre.
Sin embargo, la relación de Chema Alvargonzalez con el CAC Málaga se inició unos meses antes cuando su escultura Sombra Azul se instaló a las puertas del centro. A nadie pasa desapercibida una obra que se ha convertido en elemento característico del Centro de Arte Contemporáneo de Málaga y de su entorno. Sombra Azul es una escultura de fácil percepción, sencilla, pero que, al mismo tiempo, supone un complejo estudio de ingeniería. La sombra que proyecta en el suelo es un elemento de luz, un símbolo de energía.
La vinculación de Chema Alvargonzalez con la ciudad queda afianzada, además, con la presencia en la colección permanente del CAC Málaga de tres obras del artista: Largo recorrido, 1996, Un sueño de ciudad (Santander) IV, 2001 y Un sueño de ciudad (Santander) V, 2001.