5 de diciembre al 1 febrero de 2009
Estudio de noche
El CAC Málaga, Centro de Arte Contemporáneo de Málaga, presenta Estudio de Noche, la primera exposición individual de Curro González en un museo malagueño. En ella, el artista reflexiona sobre el acto creativo bajo el prisma del humor. Mostrando un renovado impulso narrativo que está presente en su escultura para completar así la serie de pinturas de la exposición, que hacen especial incidencia en una interpretación muy personal sobre si mismo y su propia trayectoria creativa.
Curro González, que estudió en la Facultada de Bellas Artes de Sevilla, se dio a conocer en los años ochenta con obras de carácter expresionista. En la década de los noventa pasó a trabajar series en cuya elaboración utilizaba técnicas derivadas de las artes decorativas. Con ello, pretendía demostrar que cualquier método plástico, si es bien empleado, puede ser válido para transmitir con eficacia un mensaje artístico.
En sus primeros dibujos refleja la necesidad del conocimiento interior de las cosas, mientras que en su pintura reflexiona sobre la representación como el lugar donde construir la ilusión de realidad. Curro rescata la práctica pictórica defendiendo nuevos discursos, en un momento en que la sociedad del espectáculo ha relegado la pintura a un segundo término.
Crea sus obras con un lenguaje casi escultórico y en ellas los conjuntos materiales cobran un gran protagonismo. A través de la introspección, la observación y la memoria visual, analiza la sensación de vacío que le producen los espacios abarrotados y la cantidad de elementos que es capaz de acumular la retina, acercándose así a un estética próxima al barroco.
Estudio de noche pone en tela de juicio el acto creativo y la complejidad de su representación. “La exposición -en palabras del director del CAC Málaga, Fernando Francés- se concibe como una red de metáforas vinculadas a diferentes momentos de la evolución de la obra, a modo de recorrido autobiográfico, articulándose sobre su posición inicial no sólo frente al arte sino también sobre los cambios que ha ido experimentando en su propia percepción del arte y del mundo”.
El sentido del humor y la ironía se convierten en instrumentos imprescindibles para el desarrollo de su obra, que a veces, se inclina hacia un tipo de lenguaje artístico marginal, parodiando temas que antes podían verse como intranscendentes.
“A mi me da la risa –afirma el artista- cuando la gente habla sobre el acto creativo y se pone trascendente, considero que el humor sirve de filtro para tomar distancia y se puede crear mejor”.