La evolución y el futuro de España es la temática a la que se han enfrentado los directores de cine Isabel Coixet y Basilio Martín Patino al dotar de contenido el Pabellón español de la Exposición Universal de Shanghai, que se inaugura el próximo 1 de mayo.
Imágenes tan famosas como el cartel de Tío Pepe en la Puerta del Sol en Madrid, el tradicional caldo español Gallina Blanca, el inolvidable coche mini o los veraneantes disfrutando del calor en las playas de Benidorm, acercan rápidamente al público a la cultura española.
En la sala Ciudades, de 800 metros cuadrados, 14 metros de altura y con cinco pantallas inmensas, Martín Patino experimenta a través de “un festival de imágenes” con un “lenguaje nuevo y atrevido”. A este espacio, que sucede al de Origen, de Bigas Luna, le sigue Hijos, de Coixet, al que el visitante accede por un pasillo donde las proyecciones de unos bebés saludan, en español y en chino, con un “Hola” y un “Ni hao”.
La madre de la criatura de 6,5 metros es Isabel Coixet, quien ve en la cultura china y la española la pasión compartida por los niños. “Aquí los bebés les alucinan, les fascinan todavía más que en España. Es un símbolo universal y a todo el mundo teóricamente le gustan los bebés, pero aquí con la política del hijo único, hay una glorificación y respeto todavía más grande”, dijo Coixet.
“Hemos dado muchas vueltas hasta llegar a esto. He investigado con asesores, amigos y artistas chinos que conozco”, precisó Coixet, para sentenciar que los chinos “se pelearán por hacerse la foto con Miguelín”.
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