Jeff Koons presenta desde el pasado 16 de septiembre en la galería Jerôme de Noirmont de París Popeye Sculpture, una serie de trabajos realizados con globos e inflables, además de piezas nuevas creadas específicamente para esta exposición y material previo del artista.
La imagen de Popeye, una figura emblemática de dibujos animados estadounidense creada en 1929, fue una elección natural para Koons como un símbolo de la auto-aceptación, no sólo en términos de personalidad optimista y auto aceptación-de este personaje , sino también por su relación evidente con el Pop Art y, más alusiva, al surrealismo, dos movimientos basados en la aceptación del mundo que nos rodea. El polifacético personaje Popeye es un arquetipo utilizado por Koons de la imaginación occidental moderna para ilustrar su discurso sobre la naturaleza y el papel del arte en el mundo actual.
Aunque su obra contiene numerosas referencias históricas a las grandes figuras del arte, desde Fragonard a Picasso, y más en particular a Duchamp y Dalí, la clave del arte de Koons es la relación con el espectador. Su gran preocupación es hacer frente a todo tipo de personas, cualquiera que sea su origen social o cultural. Con el fin de poner en práctica este discurso, que trae la dimensión subjetiva de nuevo en la obra de arte, Koons utiliza un lenguaje visual que todos podemos entender, con la participación arquetipos populares que son imágenes esenciales almacenados en el inconsciente colectivo.