Libertad es la palabra que define la esencia de las personas. En el aspecto político, económico, religioso, de pensamiento, opinión o social es fundamental proteger la libertad para procurar un avance de las civilizaciones. Por supuesto, en el terreno creativo, la libertad es una máxima para garantizar la expresión sin censura de la obra de arte. Al igual que en otros ámbitos, el mundo artístico está conmocionado ante los hechos acaecidos el miércoles 07 de enero en la revista francesa ‘Charlie Hebdo’. La muerte de los dibujantes y personal que formaba parte de este semanario satírico es un golpe en seco a la libertad de creación y de pensamiento. Hay que impedir que cada artista que plasma la esencia de su actividad en un trabajo, bien sea dibujante, escultor, pintor o en cualquier disciplina, sea silenciado mediante este tipo de actos bárbaros. Al cometerse estas atrocidades, la sociedad da un paso atrás en la evolución y el respeto de los unos hacia los otros, retrocediendo a estadios oscuros de la historia de la Humanidad.
Este bien preciado debe protegerse desde lo más personal e íntimo de cada uno y sobre todo en el entorno social. Este principio fundamental debe ser intocable en cualquier ámbito y sea cual sea los orígenes, pensamientos o religión. No hay que dejar que se tambalee ante este tipo de actos. Más que nunca hay que luchar por garantizar la libertad de pensamiento, expresión, opinión y creación.
Imagen: Idígoras & Pachi portada publicada hoy (08/01/2015) en Diario SUR