EL CAC MÁLAGA PRESENTA LA PRIMERA EXPOSICIÓN EN UN MUSEO ESPAÑOL DE MARINA ABRAMOVIC EN LA ÚLTIMA DÉCADA



El Centro de Arte Contemporáneo de Málaga presenta la primera exposición en un museo español de Marina Abramović en la última década, una de las artistas contemporáneas más importantes de la actualidad. Marina Abramović: Holding Emptiness es una exposición comisariada por Fernando Francés y en la que la artista balcánica invita a los espectadores a que interactúen con su obra a través de las sensaciones que experimenten con algunos de los objetos expuestos. Además, la exposición está compuesta por fotografías y vídeos de las diferentes etapas creativas de la artista, y un grupo de dibujos inéditos. Marina Abramović es precursora del Performance Art y a lo largo de su trayectoria ha llevado hasta el extremo su inquietud artística, experimentando con métodos, técnicas e instrumentos para conseguir transmitir su obra al espectador. Recientemente, ha sido incluida en el ranking de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista TIME.  En la exposición han colaborado el Festival Málaga. Cine Español y Bang & Olufsen Hilera, Málaga.

Del 23 de mayo al 31 de agosto de 2014

“Estoy interesada en un arte que perturbe y rompa el momento de peligro; por eso el público tiene que estar mirando en ese momento y dejar que el peligro se concentre. Esta es la idea, concentrarnos en el aquí y el ahora”, con esta declaración, Marina Abramović (Belgrado, 1946) resume la intención que persigue con su trabajo. El CAC Málaga invita al público a que dialogue con la obra de la artista balcánica, precursora del Performance Art y referente del arte contemporáneo en todo el mundo.
Para Fernando Francés, director del CAC Málaga: “(…) Marina Abramović es una figura incuestionable como la auténtica pionera capaz de haber explorado todos los ámbitos de la problemática entre el yo interior y el yo social. Ella es sin duda una artista que supo entender que la performance no era la suerte de moda de un momento cumbre del arte internacional, ni siquiera lo concibió como un vehículo, como un género, capaz de expresar mejor sus ideas y preocupaciones, sino que pronto entendió que era una forma de vida, una manera nueva de evidenciar su compromiso vital con su compromiso artístico, aunque quizá las dos cosas sean lo mismo”.
Marina Abramović: Holding Emptiness invita al espectador a que participe, incitándole a que experimente con las sensaciones que transmite su trabajo. Parte de su obra es la interacción y el flujo de energías que se produce en la sala expositiva.
La exposición presenta el trabajo de la artista a lo largo de su trayectoria: sus inicios en la década de los setenta con fotografías de sus performances, en blanco y negro, como Art must be beautiful, Artist must be beautiful (1975/2010), en la que aparece cepillándose el pelo de forma violenta, hasta hacerse daño, repitiendo la frase del título, o Rhythm 10 (1973/2010), que consiste en darse cuchilladas entre los dedos de la mano y cada vez que se cortaba, cambiaba de cuchillo. El juego se repite varias veces con ayuda de una grabadora que registraba los golpes.
También quedan reflejadas las performances realizadas con Ulay, que también fue su pareja sentimental. Con trabajos como Relation in Time (1977/2010), en la que ambos permanecieron 17 horas de espaldas entrelazados por su pelo, o Anima Mundi: Pietà (1983/2002), en este caso es una fotografía a color, en la que representa uno de los temas de la iconografía cristiana: La Pasión. En la imagen, la artista sostiene en brazos a Ulay. Entre 1975 y 1988 es el periodo en el que trabaja con el artista alemán. Su complicidad dio lugar a una serie de trabajos en los que se aborda las relaciones de parejas y términos antagónicos, como son la soledad/compañía; masculino/femenino y deseos/prohibiciones.
Una vez rota su relación con Ulay, se replantea su trabajo, esta vez en solitario. Después de realizar sus viajes a China, India y Brasil a finales de los ochenta y principio de los noventa crea los objetos transitorios, que, según define la artista, son un grupo de obras “diseñadas para provocar experiencias físicas o mentales en el público a través de la interacción directa. Cuando se logra la experiencia, los objetos pueden dejar de utilizarse”. Chair for Human Use with Chair for Spirit Use (I), (2012) son prototipos de estos objetos.
Su trabajo en solitario está centrado en el cuerpo y en la energía con trabajos como el tríptico The Artist is Present (2010/2013), realizada a partir de la performance en el MoMA en la que invitó a los espectadores a que se enfrentaran a su mirada en una de las salas de museo.
También se podrá ver una serie de 30 dibujos que se expondrán por primera vez y que provienen de tres cuadernos realizados durante sus viajes a Brasil en la década de los noventa. La exposición se completa con los vídeos que graba para este medio de sus performances sin público.
Marina Abramović pertenece a una generación integrada por Bruce Nauman, Vito Acconci o Chris Burden, que empezaron a darle a la perfomance la misma importancia que a otras disciplinas artísticas. Ha llegado a afirmar sobre su obra: “La vida está dentro de la performance y la performance está dentro de la vida”.
Marina Abramović es hija de militares que lucharon en la guerra de los Balcanes y se educó en un ambiente estricto y de censura por parte del gobierno. Estudió en la Academia de Bellas Artes de la capital yugoslava. En este centro impartió clases, además de iniciar a principios de los 70 su prolífica carrera artística. A finales de esta década se muda a Ámsterdam y allí conoce al artista alemán Ulay (Frank Uwe Laysiepen), que sería su compañero durante más de una década. Ha expuesto en solitario en las principales instituciones europeas y estadounidenses, como el Stedelijk Van Abbemuseum de Eindhoven (Países Bajos, 1985); el Musée National d’Art Moderne-Centre George Pompidou de París (1990); la Neue Nationalgalerie de Berlín (1983) o el Museum of Modern Art de Oxford (Reino Unido, 1995). Su obra ha participado en las muestras internacionales más importantes, como la Bienal de Venecia (1976 y 1997) y Documenta VI, VII Y IX en Kassel (Alemania, 1997, 1982 y 1992). Sus exposiciones han viajado por todo el mundo, como Objects Performance Video Sound (1995) que se expuso en el Museum of Modern Art de Oxford y al Irish Museum of Modern Art of Dublin. En 2000, la Kunstverein de Hannover presentó una individual y dos años más tarde, la artista participó en la exposición Berlín-Moscow, que se inauguró en la Martin Gropius-Bau de Berlín y finalizó en 2004 en el Museo Estatal de Historia de Moscú.
Ha sido galardonada con el León de Oro a la Mejor Artista en la Bienal de Venecia en 1997 y en 2003 recibió el premio Bessie por la performance The House with The Ocean View, que se realizó durante doce días en una galería de Nueva York. En 2008 recibió la Cruz de Comendador de Austria por su contribución a la historia del arte. En 2009 fue nombrada Doctora Honoris Causa en Arte por la Universidad de Plymouth (Reino Unido) y en 2010 tuvo lugar una gran retrospectiva de su obra en el MoMA, que incluía una performance de más de 700 horas (The Artist is Present). En 2011 estrenó The Life and Death of Marina Abramović, un trabajo dirigido por Robert Wilson y en la que compartía escenario con el actor William Dafoe. Desde 2012 empezó a trabajar en el Marina Abramović Institute (MAI), con sede en Hudson, Nueva York y que es una institución que promueve y difunde la performance por todo el mundo.
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