PER BARCLAY
Si hubiera que poner un color para describir el alma, quizás para algunos, según su criterio moral, o bien por su estado de ánimo, puede que sea negra, puede que sea el dolor lo que no le permita ver otro color. Per Barclay (Oslo, 1955) profundiza en el sentimiento, en la ansiedad que genera el desconocimiento de lo que hay más allá de una simple imagen, de lo que es capaz de captar el ojo humano. Esta ansiedad se traduce en algunos pasajes en violencia, en dolor, en una incertidumbre perturbadora, pero que a la vez de atraer, produce y saca a relucir los miedos siempre recurrentes de toda persona a lo desconocido.
FLUIDO da título a la instalación realizada “site specific” en el CAC Málaga. Un estanque trapezoidal inunda el Espacio 2 con aceite negro, un líquido engañoso, que va a permitir al espectador replantearse dudas sobre el origen natural del aceite y su posterior transformación en industrial con la intervención humana.
La reflexión no se reduce simplemente en la discusión sobre los materiales. Al igual que ocurre en otras instalaciones del artista noruego, en sus Oil Rooms, (Rue Visconti, París (2010) o Aldof Gun, Harstad (I) (2009)) queda manifiesta su preocupación por el espacio y las formas de ocuparlo, de llenarlo todo. Una invitación al espectador para que se pasee alrededor del perímetro de la piscina, que de alguna manera le está retando a mirar más allá de lo que tiene delante de sus propios ojos. Nos está induciendo a concentrar nuestra mirada en el reflejo que produce este líquido negro, como un espejo, de la estructura de la sala, que queda desnuda ante los espectadores.
Al hilo de esta idea, Per Barclay ha pensado en este espacio como una suerte de habitáculo ideado para contener y proyectar una realidad inventada o no, de lo que ese espejo quiere transmitirnos. En este punto se deja sentir la influencia de Edvard Munch, cuando afloran en su obra emociones como la ansiedad, el miedo a la muerte y el amor, incluso empleando otros líquidos como el agua o el vino, ha creado una tensión que rompe cualquier calma.
Dicen los científicos que el cerebro humano completa las imágenes que el ojo no es capaz de descifrar por si mismo, es decir, enviamos señales de otras estructuras, iconos conocidos o aprendidos a lo largo de los años para que nuestra mente las catalogue convenientemente y no se produzca un colapso en nuestro juicio, algo que puede parecerse a la ansiedad. Este proceso se experimenta cuando uno mira el reflejo de la superficie negra e intenta saber qué subyace debajo de su capa densa. Lo que esconde, lo oculto, es otra de las lecturas que sugiere la obra del Per Barclay.
El artista le concede la misma importancia a aquello que se ve a simple vista que a lo que no se ve. Precisamente, es la incertidumbre, otro de los sentimientos que provoca en el espectador y que busca desesperadamente resolver. La duda permanece, aún después de la experiencia de ver la instalación.
Per Barclay practica la fotografía como otra pieza de su puzle mental. El artista representa realidades, implementando sus obras, como si se tratara de una escultura que contiene diferentes elementos. Se trata de ver otra cara añadida del prisma, necesaria y orientada a facilitar la interpretación total de su obra.
El Espacio 2 está preparado para invitar a dar un paseo inquietante, una llamada de atención sobre el papel que juega la violencia en nuestra sociedad, en nuestro esquema convencionalmente aprendido. Sin duda, este paseo será revelador de las fobias y los miedos de quienes inevitablemente no podamos alejarnos nunca del espejo negro.
Fernando Francés – Director del CAC Málaga