EL CAC MÁLAGA PRESENTA LA PRIMERA EXPOSICIÓN INDIVIDUAL DE PHILIPPE PARRENO EN ESPAÑA
El Centro de Arte Contemporáneo de Málaga presenta la primera exposición individual en un museo español de Philippe Parreno, uno de los artistas franceses más importantes del momento. Philippe Parreno. TV Channel es una exposición comisariada por Fernando Francés y consiste en una instalación compuesta por una pantalla LED de 482 x 382 centímetros, en la que se proyectarán siete películas cortas que repasan desde sus primeros trabajos hasta la obra más reciente realizada en la última década. Una de las principales características de su trabajo es que el artista guía la experiencia del espectador. El sonido, el entorno, el soporte de la instalación son elementos que influyen en el visitante. La variedad de medios que emplea queda patente lo largo de su trayectoria: además de en el cine, ha trabajado en la escultura, performance, pintura y texto. En la actualidad reside y trabaja en París.
Del 27 de junio al 28 de septiembre de 2014
TV Channel se presenta en un enorme panel LED que se usaba principalmente a finales de la década de 1990. La pantalla es a la vez sólida y translúcida, con la resolución y el sonido en estados transitorios que se transforman y se desintegran en función del punto desde el que mira el observador. Los espectadores y las imágenes que estos contemplan son, alternativamente, fantasmagóricos y reales. El título de la obra también cambia. Channel (‘Canal’) se puede entender a la vez como una emisora de televisión y como una arteria, un canal de navegación o intercambio, un lugar que se atraviesa o por el que se pasa. TV Channel lleva hacia una resolución, por incierta que sea su naturaleza.
Para Fernando Francés, director del CAC Málaga: “Parreno ha creado una suerte de espíritu renacentista entre los creadores de finales de siglo pasado y en principios del siglo XXI. Este grupo integrado por, entre otros, Liam Gillick, Rirkrit Tiravanija -que ya han expuesto individualmente en el CAC Málaga- o Dominique Gonzalez-Foerster y Pierre Huyghe se unieron en algunos trabajos, pero también contaron con arquitectos, músicos, diseñadores o cineastas para que fueran partícipes en sus proyectos. Romper con la idea de que un artista tiene que crear algo e ir más allá en la búsqueda de sensaciones, antes que centrarse en la dimensión física del objeto artístico forma parte del ideario que compartían. Otros artistas como John Armleder, el compositor John Cage o el bailarín Merce Cunningham fueron sus precursores en la década de los sesenta y setenta, aunando diferentes disciplinas y proponiendo un giro a los planteamientos estéticos de la obra artística”.
A medida que el observador se acerca a la pantalla, esta comienza a desintegrarse. Los diodos zumban con diversas intensidades y se mezclan con las interferencias electrónicas y las vibraciones sónicas cambiantes en las que se han convertido ahora los sonidos y las imágenes de la película. Cuando el observador rodea la pantalla y mira hacia atrás, los nuevos espectadores de la obra aparecen iluminados por las imágenes que están estudiando.
TV Channel no se puede reducir a sus componentes materiales y ha evolucionado a lo largo de los años. La primera versión, creada en 1998, era una proyección de vídeo en una pantalla junto a la que una rotulación realizada con cinta adhesiva mostraba las palabras: “We Sit in Front of Stories Like a Player Without a Joystick” (“Permanecemos sentados ante las historias como un jugador sin joystick”. En el CAC Málaga se podrá ver su tercera versión.
Algunas de las películas de la obra se muestran en su totalidad, como The Writer (2007), El sueño de una cosa (2001) o Anywhere Out of the World (2000), pero nada se proyecta durante más de cuatro minutos. Dentro de esta secuencia desordenada hay elementos de formatos narrativos televisivos: un macizo de flores aparece en medio de la nada sobre un fondo musical: es El sueño de una cosa (2001); un autómata escribe en The Writer (2007); unas vistas submarinas de cefalópodos componen Alien Seasons (2002); un primer plano del rostro de una recién nacida: Anna (1993); un ramo de flores: Fleurs (1987), una manifestación infantil: No More Reality, la manifestation (1991); una figura de manga habla al público: Anywhere Out of the World (2000). La única voz que se oye en este programa falsamente aleatorio es la de Annlee, el personaje de animación de Anywhere Out of the World que proclama su propia inexistencia.
La primera de las obras, Fleurs (1987), es una película muda sobre un ramo de flores en la que el foco cambia constantemente entre el fondo y el primer plano, lo que genera una claridad fluctuante producida al forzar la función de autofoco.
No More Reality, la manifestation (1991) documenta un suceso. Parreno reunió a un grupo de escolares de entre siete y ocho años y les explicó el concepto de manifestación para invitarles a continuación a que idearan una ellos mismos. Para acompañar su campaña, crearon el eslogan que presidiría la marcha: “No more reality!” (“¡No más realidad!”).
Anna (1993) capta los primeros momentos de la vida de una niña recién nacida. La cámara se acerca al rostro incomprensible del bebé que, incapaz de ver o de comunicarse, frunce el ceño y llora ocupando toda la pantalla, que parece vibrar con la intensa pigmentación de su piel.
En 1999, Parreno, junto con Pierre Huyghe, compró un personaje de anime al que dieron el nombre de Annlee y al que asignaron derechos de copyleft. Annlee, que de no ser por ellos habría estado abocada a una muerte inminente, fue así rescatada y ofrecida a otros artistas para que colaboraran y le dieran una identidad.
El sueño de una cosa (2001) es una filmación de sesenta segundos que se mostró por primera vez en las secuencias publicitarias previas a las películas en varios cines de Suecia. Un anuncio sin producto.
Alien Seasons (2002) sigue a un banco de cefalópodos y capta sus técnicas de camuflaje en respuesta a su entorno, gracias al uso de su piel cromatófora.
En The Writer (2007), Parreno se centra en la frase “What do you believe, your eyes or my words?” (“¿Crees a tus ojos o a mis palabras?”) que escribía un muñeco mecánico creado por Pierre Jacquet-Droz en el siglo XVIII. La frase queda inacabada, como si la realidad no se pudiera formular por completo con palabras, como si estuviese llena de silencios, aplazamientos e incluso fracasos.
Philippe Parreno es un artista y cineasta francés que vive y trabaja en París (Francia). Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Grenoble entre 1983 y 1988 y en el Instituto de Estudios Avanzados en Artes Plásticas del Palais de Tokyo de París de 1988 a 1989. Se dio a conocer en la década de 1990 y conquistó a la crítica con una obra que emplea diversos medios, como el cine, la escultura, las performances, el dibujo y los textos. Parreno, al considerar la exposición como un medio, ha redefinido radicalmente la experiencia expositiva explorando sus posibilidades como «objeto» coherente y no como un conjunto de obras individuales. Con este fin, concibe sus muestras como un espacio preparado de antemano en el que se desarrolla una serie de sucesos. El visitante es guiado a través de las galerías por la orquestación del sonido y la imagen, lo que intensifica su experiencia sensorial. Se trata de crear, en un volumen dado, tanto espacio y tanto tiempo como sea posible plegando y desplegando el espacio sobre sí mismo.
Recientemente ha sido objeto de exposiciones individuales en el Palais de Tokyo (París, 2013-14), el Garage Center for Contemporary Culture (Moscú, 2013), la Barbican Art Gallery (Londres, 2013), la Fondation Beyeler (Riehen/Basilea, 2012), el Philadelphia Museum of Art (2012), la Serpentine Gallery (Londres, 2010-2011), el Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris, el Centre for Curatorial Studies del Bard College (Nueva York, 2009-2010), el Irish Museum of Modern Art (Dublín, 2009), la Kunsthalle Zürich (2009) y el Centre Pompidou (París, 2009).
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